¿Esta semana tienes invitados en casa y no sabes qué hacer para impresionarlos? Pocas cosas hay que causen este efecto de una forma tan fácil como lo hace una buena tabla de quesos. No hay nada como un buen picoteo con quesos variados maridados con un buen vino. Pero ¿cual es la mejor selección de quesos? ¿Con qué los acompañamos? En esta entrada solucionamos alguna de estas dudas y te contamos cómo preparar la tabla de quesos perfecta y dejar a tus comensales boquiabiertos.
7 consejos para hacer una buena tabla de quesos en casa
-
Una tabla para cada ocasión
Antes de empezar a comprar diferentes tipos de quesos sin ton ni son es fundamental considerar la ocasión en la que presentarás tu tabla de quesos. Por ejemplo, no es lo mismo un picoteo o picnic en el parque que una cena formal con invitados en casa.
Además de el cuando y el cómo, debes tener en cuenta el menú de la ocasión. Sería una pena hacer una tabla de quesos elaborada, con mucha variedad y cantidad de quesos, si después vienen platos copiosos. Recuerda que queremos que los comensales prueben de todo, no hartarlos a un solo plato.
Por último, es fundamental saber cuantas personas disfrutaran de la tabla para calcular bien las cantidades. En términos generales, una porción pequeña sería de unos 80-100 gramos aproximadamente y, una grande, podría llegar hasta los 200 gramos.
-
La variedad de quesos: opciones para todos los gustos
Está claro que la variedad de quesos que existe es casi infinita, hay uno para cada gusto pero ¡no por ello debes ponerlos todos! Antes de lanzarte a comprar intenta seguir una coherencia. Lo primero es pensar cuántos tipos de quesos diferentes quieres presentar en la tabla. Normalmente se incluyen entre 5 y 8 variedades diferentes para darles a tus comensales la opción de experimentar con sabores diferentes.
Para elegir un queso puedes basarte en tus gustos, en los de tus invitados o en sus propias características: origen, textura, intensidad o zona en la que se produce. Recuerda que lo más importante es que la tabla sea variada y original.
-
El corte y el servicio
Como pasa con el corte de los alimentos en la cocina, el queso es un ingrediente que requiere un tipo de corte en concreto y un servicio determinado. Las formas más comunes de cortar un queso son la cuña o el rectángulo si son tiernos, semi-duros o duros. En el caso de que sean demasiado blandos o tipo untables, lo más recomendable es servirlo en tarrinas o en boles pequeños.
En el caso de que la variedad de queso que vayas a servir sea muy duro lo más recomendable es optar por corte finos, así no resultará demasiado intenso al paladar, o en forma de escamas o pequeñas fracciones.
-
La organización en la tabla
Cuando nos imaginamos una tabla de quesos, automáticamente pensamos en una bonita madera con los quesos organizados y bien presentados. La tabla de madera, si está bien limpia y conservada, es la más escogida para hacer una tabla de quesos ¡pero no la única! También podemos usar una tabla de pizarra, la piedra o incluso un bandeja grande otro material.
-
Elegir el acompañamiento ideal
Aunque los quesos son los claros protagonistas de una tabla los acompañamientos completan la experiencia. Es interesante observar como el sabor de un queso puede variar en función de con qué lo acompañemos. Por esta razón, lo más recomendable es dedicarle el tiempo necesario a encontrar el acompañamiento ideal para nuestra tabla de quesos, algunas de las opciones son:
- Variedad de panes: con los que también podemos sorprender a neustros comensales. Podemos incluir un buen pan rústico con corteza crujiente o arriesgarnos con uno con semillas, nueces o de harina integral.
- Mermeladas y compotas de varios sabores tampoco pueden faltar para redondear la ocasión. Te recomendamos que las prepares tu mismo/a, todo lo casero es el doble de mejor.
- Fruta fresca o seca siempre le da un toque especial y son ideales para decorar tu tabla de queso.
- Pan crujiente como pueden ser los picos o las crackers para los quesos más blandos o de untar.
-
Un buen maridaje, el mejor compañero
Podemos optar por el maridaje más sencillo y saludable, el agua, o elegir un maridaje a nuestro gusto y al de nuestros comensales. Esto es una cuestión personal y el momento en el que se vaya a degustar la tabla de quesos.
Entre los maridajes más elegidos para degustar queso están los espumosos, como puede ser el cava, más frescos, ligeros y con la particularidad de que no tapa el sabor de los alimentos. El vino blanco o la sidra también son buenas opciones en caso de una degustación de quesos más suaves y tiernos. Por el contrario, para quesos curados y más potentes, se recomiendo un buen tinto o un blanco fermentado.
Como ya has podido comprobar, hacer un tabla de quesos perfecta en casa es bastante sencillo si tienes claro estas pautas. Lo más importante para que salga todo a pedir de boca es invertir en productos de calidad, no pasarte en las cantidades y saber jugar con cada uno de los elementos de la tabla. Es mejor algo sencillo y bien presentado que algo excesivo y mal hecho. ¡Anímate a sorprender a tus invitados con una tabla de quesos! Quedarán encantados, seguro.