Aunque la mayoría asociamos la utilización de flores a la nueva cocina, éstas se utilizan desde la antigüedad para adornar y aromatizar los platos. Desde los griegos y romanos, incluso los aztecas, hasta la Edad Media y el Renacimiento, cuando todavía no estaba extendido el uso de especias, se utilizaban las flores para dar un toque de sabor a los platos además de en mermeladas y jaleas.
Algunas de las flores comestibles son muy conocidas como es el caso del Crisantemo, el Trébol, la Margarita, el Diente de león, la Lila, la Caléndula, la Rosa, la Violeta, Clavel de los poetas o los Pensamientos, estas últimas muy usadas por su belleza y colorido.
Cómo utilizar las flores e infusiones en tus platos
Pero en el caso de que queráis comer flores frescas es muy importante saber que hay también flores venenosas y por ello, como en el caso de las setas, es primordial sólo comer aquellas que conocemos muy bien y sabemos con seguridad que son flores comestibles. Las flores pueden utilizarse para aromatizar y como guarnición en ensaladas, postres, platos principales (carnes y pescados), sopas, mermeladas, así como en bebidas. Además es posible secarlas para aumentar su duración o pueden cristalizarse convirtiéndose en pequeñas gominolas perfectas para adornar postres como los pétalos de rosa y de violeta cristalizados de nuestra tienda.
Y ahora incluso Sal de Ibiza comercializa sal marina con pétalos de flores multicolor perfecta para salpimentar y guarnecer ensaladas frescas o simplemente para decorar una mozzarella de Búfala.
Por otra parte, además de las flores las infusiones como la de jengibre con limón y la de naranja y piña disponible en nuestra tienda, son muy consideradas por los reposteros como un ingrediente imprescindible dentro de la cocina porque abren muchas posibilidades culinarias, enriquecen de manera distinta los platos y permiten descubrir nuevos sabores.
¡Esperamos que os animéis a utilizar flores e infusiones en la cocina y que consigáis platos con aromas y sabores únicos! Una ocasión fantástica para probarlas y sorprender a vuestros invitados es incorporarlas en alguno de los aperitivos, platos principales o postres del menú de Navidad o Fin de Año.