Si eres de los que piensa que todo se puede congelar como método tradicional de conservación, es importante que tengas presente que no todos los alimentos pueden someterse a este proceso. De hecho, ¿sabías que algunos incluso pierden parte de sus propiedades si se congelan?
Congelar sopas y cremas es sinónimo de ahorro, pues te permite tener listos tus alimentos en un instante, incluso si se trata de alimentos líquidos. Pero ten mucho cuidado, existen algunas reglas sencillas para congelar correctamente tus sopas y cremas, y en este artículo te mostraremos algunas de ellas:
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Ten cuenta las propiedades de los ingredientes
Por ser las cremas y sopas una mezcla de varios ingredientes, es necesario que identifiques los ingredientes que la componen, el tiempo de duración en la nevera estará determinado por el ingrediente con menor tiempo de duración. Es fundamental que compres verduras y hortalizas lo más frescas posibles y de temporada, colocándolas en una olla y calculando la cantidad de agua que utilizarás, de modo que ni sobre, ni falte. Además, es importante que respetes su tiempo de cocción.
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Planifica con antelación la preparación
Como no todos los alimentos se congelan bien, desde el momento que hagas la sopa o crema (con la intención de congelar), debes excluir los lácteos, huevos, las hierbas frescas y la pasta. Podrás agregarlos frescos cuando recalientes la sopa.
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Prepáralas bajas de sal
La congelación propicia la concentración de sabores, es preferible disminuir la sal y los aderezos intensificadores. Podrás añadir estos ingredientes antes de servir. Te recomendamos que antes de añadir estos condimentos, compruebes si realmente le falta más sabor o esta en el punto que te gusta.
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Espera que se enfríe
Uno de los mayores errores que pueden cometerse es introducir un alimento caliente en el congelador, debido a corres el riesgo de descongelar los demás alimentos que allí se encuentren y dañar alguno. Lo correcto es esperar a que deje de humear antes de colocarla en el congelador.
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Distribúyela en porciones individuales
Separa la crema o sopa en raciones individuales, esto te permitirá descongelar la cantidad exacta que necesites, y evitarás que se descomponga más rápido en el cambio constante de temperatura. Para ello, es ideal el uso de tuppers herméticos de plástico o bolsas de congelación, pues el vidrio o cristal pueden romperse. Procura que los envases que elijas se encuentren limpios, sin roturas y sin olores desagradables.
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No llenes el envase
Ten presente que un líquido al solidificarse por la congelación gana volumen, y si está muy lleno puede expandirse y acabar estallando en tu congelador. Puedes dividir la crema en porciones como hemos comentado antes o comprar un tupper o recipiente lo suficientemente grande para la cantidad de sopa o crema que quieres congelar.
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Etiqueta los envases
Una buena opción para estimar el tiempo de duración de la sopa o crema, es la de etiquetar el envase colocando el nombre de la sopa o crema y la fecha de congelación, ten en cuenta que el período máximo de conservación es de tres meses.
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Ubica las preparaciones en diferentes zonas del congelador
El congelador cuenta con varios compartimentos, si lo sobrecargas en una zona específica, correrás el riesgo de que la transferencia de calor evite que se congelen de la forma adecuada, provocando una descomposición más rápida.
Al seguir estas pautas podrás aprovechar el tiempo máximo de conservación de tus sopas y cremas, ahorrarás tiempo, dinero y esfuerzo, y podrás planificar mejor el uso y cocción de tus alimentos.
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