Cocinar es algo que normalmente hacemos en medio de nuestra rutina diaria, por lo menos aquellos/as que pueden comer en casa. Como casi es una actividad automática, a veces pueden ocurrir accidentes como que se quemen los ingredientes o peor ¡que se queme la olla o el cazo! Si aún conservas esa olla con el fondo negro, quizás nosotros podemos ayudarte a recuperarla, aquí van algunas técnicas eficaces. Hoy te enseñaremos a como limpiar la olla quemada.
Técnicas para limpiar una olla quemada
Dependiendo de cómo y cuánto se ha quemado la olla, hay o no posibilidad de recuperarla. A continuación te dejamos algunas técnicas para eliminar los restos en una olla quemada por dentro o por fuera.
-
Vinagre
Es posible limpiar una olla quemada empleando vinagre. Antes de proceder a la limpieza es importante retirar cualquier resto de comida que se haya pegado en el fondo. A continuación, debes cubrir toda la zona quemada con vinagre y llevarlo a ebullición. Debes mantener el vinagre en el fuego siempre mirando a que no se consuma del todo.
Pasados estos minutos déjalo enfriar y termina de limpiar los restos ablandados por el vinagre. El vinagre tiene doble acción: quitar los restos carbonizados y eliminar el olor a quemado de la olla.
-
Bicarbonato
Los usos del bicarbonato de sodio son muchísimos yendo desde la cosmética hasta la limpieza de utensilios de cocina como las ollas. Su potencia como agente limpiador hace que sea posible limpiar una olla muy quemada con bicarbonato. Para recuperar tus utensilios quemados debes calentar con agua bastante bicarbonato y hacer que hierva. Una vez haya hervido, debes retirar del fuego la pasta y frotar el fondo una vez el agua esté templada.
-
Sal
La sal puede ayudarte para eliminar los restos más difíciles una vez ya has quitado la mayoría a base de frotar con agua caliente y jabón. El proceso es sencillo: añade de 2 a 3 dedos de agua con sal en la olla quemada y deja reposar la mezcla 30 minutos. Una vez pasado este tiempo, frota con una esponja para que la sal arrastre todos los restos incrustados. En el caso de que aún así queden restos de suciedad puedes probar repitiendo el proceso o con otra técnica más agresiva.
-
Lejía
La lejía es un potente blanqueador y desinfectante que básicamente oxida la materia orgánica, que en nuestro caso serían la comida carbonizada en el fondo de la olla. Este proceso es parecido al del vinagre: cubre el cazo de agua con un chorro de lejía y déjala que hierva durante 3 minutos o más. Una vez el agua esté templada frota con una esponja o estropajo suave hasta retirar los restos.
Al ser un compuesto más fuerte que los anteriores nombrados, es fundamental que uses guantes y que realices esta tarea en un espacio ventilado para no respirar los vapores tóxicos. Este tipo de limpieza también puede ser útil para el mantenimiento de tus utensilios de cocina o para su desinfección total.
-
Limón
El limón es como la sal, puede servir como complemento al proceso tradicional de limpieza con agua y jabón. Es muy sencillo: frota medio limón (o más si hace falta) contra la superficie quemada de la olla y, a continuación, frota con fuerza con un estropajo. Además de quedar limpia, tu olla olerá genial.
Como has visto y en la mayoría de casos es posible recuperar una olla quemada. Como último consejos recuerda utilizar estropajos con las ollas de acero inoxidable, de aluminio o de cobre.En ningún caso utilices un estropajo para las ollas de teflón o fabricadas con cerámica ya que puedes dañar el material, en este tipo de utensilios utiliza una esponja suave.